Bogotá 15 de junio de 2022. Gracias a la Comisión Interétnica para la Verdad del Pacífico. Saludos especiales a las autoridades étnicas y a las personas que nos acompañan hoy.
Agradezco profundamente a las autoridades étnicas, lideresas y líderes que han venido para presentarnos este informe y sus aportes a la verdad.
Esta verdad que nos han aportado hoy queda sembrada en nuestras conciencias. Es una verdad que preocupa demasiado. Sentimos un deber moral de responder, de reaccionar. Es una verdad que le duele al territorio y a sus pueblos, a sus mujeres, niñas, niños y hombres. Esta verdad es una contribución significativa para La Paz. Esta verdad es un rechazo al racismo estructural.
Como Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos les hemos acompañado y Nos comprometemos en acompañarlos en la respuesta a esta situación que amenaza su espiritualidad, su vida y su pervivencia.
Nos comprometemos con el Pacífico para dar a conocer esta verdad y trabajar con ustedes y con el Estado para que éste responda al clamor de sus ciudadanos, de sus ciudadanas, de los pueblos de Pacífico que también son Colombia y que exigen protección.
Ustedes reclaman lo Justo. Lo que toda ciudadana, lo que todo ciudadano, espera de su Estado, del Estado garante de Derechos Humanos.
Denunciamos el comportamiento criminal de los actores armados. Basta de sembrar muerte, basta de sembrar terror, basta de destruir la esperanza, basta de destruir el territorio, basta de destruir la espiritualidad de sus pueblos, la riqueza del medio ambiente.
La mayor riqueza del Pacífico es su gente, es su comunidad, su ejemplo de vida, de dignidad y de valentía, su espiritualidad, su territorio.
Desde nuestro mandato nos comprometemos a seguir acompañándolos, en la exigencia de medidas de no repetición eficaces, en su demanda por La Paz, en su exigencia por el respeto de los derechos humanos – los derechos económicos, sociales y culturales – el derecho a la vida – el derecho a vivir libres del terror, de la violencia sexual de actores armados. Nos completemos a trabajar con ustedes y con la Institucionalidad para rechazar el racismo y la desigualdad.
De nuevo gracias por su propuesta, su valentía, por proteger el medio ambiente. Su lucha es admirable y tendrá nuestro apoyo hasta el día en que las niñas y los niños se sientan y vivan libres y con esperanza en el territorio. Hasta que se escuchen las risas y las marimbas.
Simbólicamente diría que nuestro ombligo institucional está sembrado en los territorios que sufren violaciones de derechos humanos y que estaremos con ustedes el tiempo que sea necesario para volver a ver florecer la vida y el respeto de los derechos.